domingo, 11 de septiembre de 2011

La primera vez que me teletransporté.

¡Hola, chicas! os voy a contar la primera vez que me teletransporté. Era una calurosa tarde de verano y yo iba a pegarme una larga, larga ducha.
Pero, cuando entré, en vez de la bañera, era un despacho de un KFC. Corrí y rápidamente me puse mi albornoz. No era la primera vez que me pasaba algo tan raro, pensé que era gafe para este tipo de situaciones [Léase "La primera vez que odié a Justin Bieber".]. 
Exploré la sala y no había nadie, sólo un pollo en medio del escritorio, que estaba durmiendo. Fui a acariciarlo, y se despertó, de muy mal café.
-¿QUIÉN OSA DESPERTAR A LORD POLLOMORT?-bramó.
-¡Disculpe! es que iba a ducharme y claro... aparecí aquí.-Me disculpé.
-¡PIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!-Argumentó.
-Bueno, bueno, no hace falta ponerse así.
Y la puerta de aquella sala, se abrió de repente. Salimos a ver que pasaba; nada más y nada menos que Britney cantando en medio del restaurante. Cuando vio al pollo, corrió hacia él y él hacia ella. pero, cuando chocaron, cayó accidentalmente en una freidora, y quedó reducido a unas alitas de pollo.
Britney, al darse cuenta, me cogió de la mano y echamos a correr. Más y más vigilantes nos perseguían. Nos subimos a su coche y nos dimos a la fuga.
-¿PERO QUE HAS ECHO? ¡LE HAS MATADO!-Chillé al borde del colapso.
-No, no; es inmortal. Pero probablemente le haya dolido mucho.-Explicó.
-Entonces vale.
Un momento. ¿Britney hablaba perfectamente el español? ¡Una farsante! Me di cuenta, pero justo en ese momento se echó a cantar, como ella lo hace. Y, supe que era ella.
Después de diez minutos escuchándola tenía la cabeza a punto de estallar. ¡ERA UNA PESADILLA!
Por eso, le pedí que pararámos en una gasolinera y me fui corriendo al servicio. Al cruzar la puerta, como yo me imaginaba, volví a mi casa.

Nunca me expliqué cómo sucedió, pero yo sé que es cierto.

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